Traje tradicional de Guatemala

Quiche

Los trajes típicos, hablando en general, son aquellos capaces de diferenciar a una cultura y hacerla sobresalir del resto teniendo su propia marca y registro. El traje típico de Guatemala determina esta cultura de una manera muy particular, ya que, como veremos más adelante, es decir, en los párrafos siguientes, se podrá indagar sobre Guatemala y este traje tan característico que hacer que su destaque no sea menor.

Lo que más llama la atención del traje típico que Guatemala tiene en su haber es lo atractivos que son, efecto que provocan sus llamativos colores logrando una vívida interpretación de lo que el país busca proponer. Está fuertemente ligado y ha sido influenciado por la cultura precolombina. Asimismo, tiene gran valor religioso colmado de arte.

Uno de los aspectos más interesantes de este traje que conforma a Guatemala es que los mismos se pasan de generación en generación ya que el valor que poseen es muy grande debido a que son hechos a mano. Se suele tardar de entre dos a cinco meses en su elaboración por medio de un telar.

Es capaz de hacer que la cultura del país se vea fuertemente identificada provocando admiración y respeto por lo que es propio y es capaz de diferenciarse del resto de una manera muy particular como este traje específico lo sabe hacer.

La vestimenta  de esta comunidad también se conoce con el nombre de “Güipil” y también alberga fuertes vínculos con la cultura Maya.

El diseño del traje en su antigüedad era elaborado teniendo en cuenta la presencia de la naturaleza como por ejemplo aves y peces. Era de hilo de algodón y, además, largo. En la actualidad estas reglas establecidas desde un principio han cambiado mínimamente. El traje es ahora un poco más corto y es aceptable utilizar diversos tipos de tela tal como terciopelo, seda, entre otras que facilitan el trabajo de la realidad de hoy.

El color prevaleciente es el blanco aunque, como bien se dijo antes, los colores vívidos están sumamente involucrados.

Los trajes típicos regionales aportan a una cultura un valor totalmente significativo y propio que se lleva con emoción y orgullo frente a otras comunidades prevaleciendo el respeto.