Traje típico de Castilla La Mancha

El traje típico de Castilla-La Mancha no es una indumentaria uniforme, sino que cuenta con diferencias según la provincia, incluso la población de la que se trate -como el vestido de Lagartera, en Toledo-, sin embargo el traje tradicional manchego más extendido, que era el usado por la población en la provincia que en los siglos XVIII y XIX se denominaba La Mancha, tiene unas características comunes en todas las regiones.

Los trajes tradicionales tanto del hombre como de la mujer tienen una apariencia sobria, donde aparecen los colores negro y blanco combinados con los más variados colores que se lucen sobre todo en las faldas de las mujeres.

Se distingue entre el traje de faena, que es el traje típico de Castilla-La Mancha que se identifica con las labores del campo y el traje de domingo o de gala. El primer tipo se caracteriza por el uso del percal con estampados en pequeños cuadros, en tonos generalmente azules, blancos, negros. Sobre esta falda se coloca el delantal de un color oscuro y sobre los hombros se coloca el pañuelo que puede variar de estampado o color.

Los hombres que visten esta indumentaria de faena llevan unas polainas de estameña en numerosas ocasiones de color marrón (puede ser de otros colores) hasta la pantorrilla, el calzón es de paño y sobre él se coloca un fajín enrollado alrededor de la cintura. La camisa de este traje típico de Castilla-La Mancha es como la de la mujer, blanca.

El segundo tipo de traje, el de domingo, cambia y se adorna más al poner en el refajo de las mujeres rayas de colores. Además se completa con el jubón negro y las medias también con rayas de colores o blancas. La pañoleta va recogida al jubón y el mantón “de mil colores” estampado, o blanco y negro se coloca como complemento necesario final. Los zapatos son de tacón negro.

En el caso del hombre la vestimenta de gala se compone de camisa blanca, el chaleco de colores oscuros -puede ser azul, verde, marrón o negro- y cinturón de cuero y terciopelo bordado. La chaquetilla de este traje tradicional de Castilla-La Mancha es corta, por encima de las caderas, y puede llevar adornos de madroños o en la abotonadura. El calzado también es negro, como el de las mujeres.